Un farol, un crucifijo

Toledo es delicioso. Rinconadas,
callejones estrechos sin salida,
muchas encrucijadas
y oculto humildemente en su escondrijo,
un farol alumbrando un crucifijo.
A mi me gustan mucho estos detalles
de los fosos, los muros y las calles,
y todo lo que he visto
de joyas, y pinturas y estatuaria,
no me hace la impresión extraordinaria
de un rincón, una lámpara y un Cristo.

SINESIO DELGADO  Toledo (Publicado en Madrid Cómico, el 26 de diciembre de 1885)


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