Rica y de mucho trato

Esta ciudad es muy rica y de mucho trato. Viven en ella más de diez mil personas con la labor de lana y seda: hácense en ella más bonetes y gorras, y otras cosas de lana hechas con aguja, más que en ninguna parte de España. Tiene esta ciudad diez y siete plazas bien proveídas con todos mantenimientos y cosas a la vida humana necesarias. En las riberas del río Tajo tiene esta ciudad muchas huertas y arboledas, especialmente dos sotos muy grandes y hermosos, llenos de muchas frescuras y frutales.
Lucio Marineo. De las cosas memorables de España (1530)


 
 
 















De mágicos jardines cercada



Al blando son de la armoniosa lira
oigo la voz de alegres trovadores,
el auro siento que fragancia respira,
y al eco escucho murmurando amores;
al sol contemplo que a occidente gira
reverberando fúlgidos colores,
do la corte del godo poderío
se alza orgullosa sobre el áure río.
Toledo, que de mágicos jardines
cercada eleva su muralla altiva
no guardada de fuertes paladines,
ornada sí de juventud festiva:
Allí entregado a espléndidos festines
Rodrigo alegre y descuidado liba
copas de néctar de fragancia pura
al deleite brindando y la hermosura.

José de Espronceda. El Pelayo (1839)


Notable efecto de unidad

Desde Zocodover alcancé en unos minutos el alcázar, que se levanta al oeste de Toledo y domina toda la ciudad. Esta imponente ruina tiene la particularidad de que, conteniendo elementos de todas las épocas, produce en su conjunto un efecto notable de unidad. Está situado sobre la más elevada y noble de las colinas que tiene la ciudad, a 600 pies por lo menos por encima del Tajo, bastante más alto que el suelo de la catedral, y dominado solamente por su torre. Aparte de esta torre, el alcazar es el punto más alto de Toledo. Los cimientos de este antiguo palacio real e imperial son de origen en parte romano, en parte árabe. Se da la circunstancia, única en su género, que todos los soberanos de la ciudad y del país, durante muchos siglos, fijaron allí su estancia.

Reinhold Baumstark. Mein Ausflug nach Spanien (1872)
















Dulce jardín de Dios

Rica Iglesia la prima, y la Primada, 
la grande, la excelente, y Victoriosa, 
en quien la madre de Jesús gloriosa 
tiene cátedra y silla señalada. 

Escuela de Doctores ilustrada, 
casa Real do el mismo Dios reposa, 
arca de cuerpos santos misteriosa, 
bello Jardín de Dios, Huerta cerrada. 

En ti Dios nos descubre su grandeza, 
los cielos dando vueltas a porfía 
te dan la luz, que el orbe suyo encierra. 

Oh Iglesia Santa de inmortal belleza, 
dulce Jardín de Dios, en quien se cría 
el regalo y el gozo de la tierra. 
 
Baltasar Porreño. A la Sacrosanta Iglesia de Toledo, madre y primada de las Españas (1604) 
 

 
















  

Inverosímil equilibrio

Paseo por los cigarrales. Lo que puede suscitar en El Greco la extraña partenogénesis que en él se manifiesta, tal manera de engendrar formas indefinidas, es, primordialmente, el aspecto de Toledo, donde nunca se llegan a alcanzar los límites de la roca, del suelo o de los edificios; donde cada cosa se refleja y encarna en las demás. Ciudad sin rúa exacta, que parece una frágil victoria sobre la tierra y la piedra; urbe que trepa y desciende en torbellinos. Si es que acaso existe un "secreto de Toledo" que, en el plano de la plástica, El Greco haya adivinado, es éste de la comunión de las formas humanas con la naturaleza, el de una natural y sobrehumana reversibilidad. Los borriquillos mismos que pacen en la roca, no se distinguen apenas de ella; y la ciudad, colocada sobre pendientes que se derrumban, no subsiste en la cima de su árido acantilado sino en virtud de un inverosímil equilibrio.

Rene Schwob. Profondeurs de l'Espagne (1920)